Hoy ya sí es otoño

Llevo hablando de inicios desde el 1 de septiembre, de cambio de estación desde que entró el otoño... pero, verán ustedes, ya sí que es otoño de verdad. No solo porque los puestos de castañas se hayan instalado por fin en la ciudad, es que por fin hace frío por la mañana, es que por fin está lloviendo, y con ganas además, que falta hace.

Bendita agua, bendito frío. Cuando era más joven recuerdo que lo que me gustaba era el calor y el verano, pero con los años me he cambiado de bando y ahora soy del equipo frío e invernal. El verano se me hace eternamente eterno. Necesito frío para funcionar; el calor me aletarga hasta límites que ni yo mismo me creo.

Y, por cierto, para rematar: estoy a favor del horario de invierno. Me gusta que anochezca temprano porque con el frío nada mejor que estar recogido en casa al caer la noche. Y me gusta que cuando voy a trabajar haya mínimamente claridad.