Arroz


La clave de un buen arroz es un buen sofrito. Mi secreto cuando cocino arroz, y lo hago gran parte de los domingos del año, sea arroz con pollo, pinchitos, mixto, marisco o negro, es sofreír las hortalizas hasta que están muy, muy pochas; no pueden quedar duras porque no habrá soltado todo su sabor en el sofrito.

Por otro lado, el tomate se lo echo rallado o triturado, nunca picado, de manera que el sabor ácido del tomate se mezcle con el resto del sofrito. Un chorreón de vino cuando el agua del tomate se va evaporando le da un toque de sabor muy especial.

Cuando echo el grano de arroz, nunca echo agua. Si el arroz es con carne del tipo que sea, añado caldo de pollo; si es de marisco (incluyendo el arroz negro), añado caldo de pescado.

Y el consejo más importante de todos: paciencia. El grano de arroz necesita tiempo para absorver el líquido y ponerse tierno. Si tienes prisa, no maltrates un plato tan sabroso haciéndolo rápidamente y de manera chapucera; déjalo para cuando puedas dedicarle un poco de tiempo. Por eso los domingos son el día perfecto para comer un buen arroz.

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