Huffington Compost


Si hay un medio de comunicación en este país que abuse de los titulares engañosos y sobre todo del clickbait ese es el Huffington Post, un panfleto ridículo que publica bajo el paraguas de PRISA. No fue así en sus orígenes, o al menos no tanto y no tan descarado. Recuerdo que cuando el medio llegó a España, Montserrat Domínguez, quien empezó dirigiéndolo, hacía incluso promos en la SER presentando el medio: «daremos voz a los que no la tienen» o algo así decía. Recuerdo visitarlo al principio de los tiempos, allá por 2012. No estaba mal. Se veía que no tenía la calidad de El País, pero se dejaba leer alguna cosilla de vez en cuando.

A lo que voy en esta anotación es a su deriva actual, a vivir únicamente de titulares fáciles, llamativos, escandalosos, de esos que si no tienes la más mínima idea de medios de comunicación, pero oyes el runrún constante de los temas del momento deslizando el dedo en TicTroll, algo te suena y te llama la atención. Todo son titulares despampanantes para que hagas clic y luego el contenido de la noticia es la tontería más grande del día.


He elegido al azar una de las «noticias» que aparecen en estos titulares; la seleccionada ha sido la última, la de Javier Aroca, un tertuliano que se deja caer por distintos medios de comunicación hablando muy alto y gesticulando mucho y diciendo lo imposible por defender a la izquierda en general y al partido socialista en particular. Es el Antonio Naranjo de la izquierda. ¿Qué será lo que habrá dicho que resuena por toda Castilla La Mancha? Entro en el artículo: los dos primeros párrafos, de cuatro líneas cada uno, ponen en contexto sobre que Emiliano García Page está a la gresca con los miembros de su partido; ninguna novedad aquí. El tercer párrafo, de nuevo con cuatro líneas, nos desvela la «contundente» frase de la que según el Huffington Compost está todo el mundo hablando en tierras manchegas: «Parece que ha incurrido en el territorio de los pronósticos y las profecías que incluso aunque acierte no va a mejorar ni la reputación ni el aprecio que tiene el señor Page dentro de la propia militancia del PSOE» [sic, la falta de comas no es mía]. El cuarto párrafo continúa transcribiendo lo que ha dicho el señor Aroca: «Lo que ha dicho hoy debería decirlo en el comité federal. La gente honesta, leal, la gente que tiene una cultura política constructiva, esto que parece una premonición o quizá un ataque a determinados compañeros de partido debería decirlo en el comité federal y que sus propios compañeros lo oigan y debatan si lo consideran oportuno o que lo reprueben si lo consideran igualmente oportuno». Ya está, esto es todo. Increible, ¿verdad? Lo que no sé es cómo no se ha convocado un Debate del Estado de la Nación para hablar sobre este chascarrillo de un tertuliano, que ni siquiera es periodista de profesión. Es que aún no he logrado salir de mi asombro.

Esta pseudonoticia ni siquiera está bien compuesta, si atendemos al modelo que debe seguir un buen artículo periodístico. Los párrafos están construidos con frases cortas, justitas para que el lector de clickbait no se aburra, y aun versando sobre la misma idea, los separan para que el contenido parezca más de lo que es. Cualquier artículo que puedan ver de este pseudomedio es igual; es más, en el momento de redactar esta anotación, he entrado en el medio para echarle un nuevo vistazo: ¡si incluso tienen debajo de la cabecera una sección llamada VIRALES con todos estos artículos! En una columna a la derecha aparecen los más leídos, que igualmente son todos con titulares llamativos, claro. Por si fuera poco, un medio serio, con reputación, como es El País, les sirve de altavoz al pertenecer ambos al conglomerado de PRISA.

Malas prácticas periodísticas, un modus operandi del que cualquiera que diga llamarse así debería huir. Por eso permití hace años rebautizarlo en casa como el Huffington Compost, porque todo lo que publica es basura, deshechos de otros medios, retales de lo que van encontrando aquí y allá. Si yo fuera un dirigente de PRISA, me daría vergüenza tener en mi cartera de medios de comunicación una porquería inmunda de esta calaña y lo habría cerrado hace mucho tiempo. Pero claro, no todo el mundo dedica tiempo a leer prensa de verdad y no todo el mundo se les va a suscribir a El País, por lo que necesitan diversificar su estrategia con este tipo de panfletos que sirvan para arrastrar todo el SEO que puedan (porque parece que ahora todo es SEO y posicionamiento) y tengan muchas visualizaciones desde redes sociales, que es lo que mueve el mundo, ¿no? La calidad para otros.

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