Menudo esperpento. La televisión pública ha perdido el rumbo. Ahora, en lugar de competir por la calidad, compite por la mediocridad, por quedarse con los deshechos de lo que Mediaset no quiso cuando decidió pasar página de la telebasura más vergonzosa. «Televisión pública. De calidad», decían. Me queda la esperanza de que con el dato de audiencia por debajo del 10 % de cuota de pantalla lo retiren más pronto que tarde.
Los que somos aficionados al mundo radiofónico y, diría más, los que somos unos frikis de la radio esparamos con ganas cada EGM (Estudio General de Medios) para ver cómo evolucionan los datos de las emisoras que oímos asiduamente. Me encantan las mañanas de EGM porque todo el mundo es ganador; cada emisora suma oyentes, cada programa de radio es más lider. Pero tengo una teoría para ver a quién le van mejor las cosas en directo a las ocho de la mañana: el rato que dedica cada emisora a hablar de los números del estudio y el lugar en el que sitúa esta información en su prime time (las ocho de la mañana en la radio española). A mí, que me gusta mucho ir saltando de emisoras y es raro que dos días seguidos escuche lo mismo, me tenía hoy enredado Carlos Herrera y su Herrera en COPE . El EGM le iba mal, era obvio, porque ha dedicado un monólogo más largo de lo habitual al tema del día, la muerte del papa, para después dar paso a Ángela Sánchez y comentar en menos de dos minutos los datos de...
De verdad que cada vez me cuesta más entender qué pasa por la cabeza de José Pablo López, el presidente de la RTVE. Ha dejado una tarde de mierda en La 1 con la bazofia de La familia de la tele y, a la vez, es capaz de fichar a Andréu Buenafuente para traerse a la tele pública al humorista catalán. O de informar en condiciones . En efecto, anoche se estrenó Futuro imperfecto y fue lo que Buenafuente sabe hacer: monólogos, números, algún video manipulado... vamos, lo que lleva haciendo Buenfuente toda su carrera en TV3, Antena 3, LaSexta, Movistar, Cadena SER... pero, en cualquier caso, un humor reflexivo y mucho más inteligente que cualquier programa de Belén Esteban y María Patiño que solo Dios sabe por qué ha acabado en la tarde de TVE. De verdad que me parecen mentes pensantes diferentes. Le deseo larga vida a Andréu en TVE y que la telebasura desaparezca cuanto antes de la televisión estatal que financio con mis impuestos. Con las audiencias que está sacando, no le ve...
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