Oda a la televisión lineal
Frente a eso, la comodidad de poner esa denostada televisión lineal y que alguien haya elegido por ti el programa o la película para ver. ¿Tiene anuncios? Probablemente muchísimos. ¿Tenemos que adaptarnos a su horario de emisión? Así es.
Sin embargo, no tiene precio -en comodidad- terminar de trabajar, encender el televisor e inyectarte en vena, por ejemplo, un First Date sin pensar en nada más que disfrutar del entretenimiento que te ofrece.
Larga vida a la televisión lineal.
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